Era una mina mistonga

Retrechera y de gran brillo,

Nacida en el conventillo,

Del tano don Giacumín.

Metida estaba la paica

Con un coso de yuguillo,

Gran bacán del conventillo,

Cuentero de profesión.

 

En la cortada del bajo

La mina se había engrupido,

Con su garabo querido

Batiéndole el metejón.

Y una noche silenciosa

Se rajó media abombada,

Piantando muy apurada

De aquel convoy del pavor.

 

Y la engrupió bien debute

De ponerle apartamento,

Que fuera cerca del centro

Era toda su ilusión.

Y se la trajo al asfalto

En una pieza mistonga,

Cerquita de una milonga

En un bulín de pensión.

 

Y en esas noches de frío

La pobre va por Corrientes,

Envidiando a tanta gente

Que tiene para el buyón.

Pero la grela cansada

Reflexiona de repente,

Y regresa lentamente

De nuevo pa´ la pensión.

 

El taita tira la piedra

Al ver el mueble que liga,

Porque se pasa la vida

Meta y ponga cimarrón.

Pero la mina cansada

De aquella vida mistonga,

Abandona la milonga

Y se encurda de emoción.

 

Y recordando el pasado

Y a su vieja abandonada,

Con una triste mirada

El cotorro recorrió.

Y aquella mina mistonga

Que se engrupió bien debute,

Le dijo al bulín: ¡Salute!

Y taconeando salió.

 

Testo: Edelmiro Garrido
Musica: Modesto Hugo Papávero

Registrato da Edmundo Rivero con accompagnamento di chitarre.

 

Registrato da Rosita Quiroga (1929).
 
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