No me gusta andar con vivos y a los giles les doy pase,
A los otros, si es preciso, los atiendo y se acabó,
Si la mala se encabrita, me la aguanto hasta que amanse
Y aunque siempre hay un amigo, curo a solas mi dolor.
Me enseñó la mala racha, que la suerte es mina ilusa
Y al final se queda siempre con aquel que está “guiyao”,
Y aprendí en los desencantos que si afloja el de la zurda
Es mejor que te amasijes, porque al fin irás palmao.
Aunque seas bien derecho, si andás seco te dan pifia
Trabajando sos cualquiera y afanando sos señor,
Porque al fin hasta la grela que comparte tu cobija
Cuando ve mangos en fila no pregunta cuántos son.
Además, nadie pregunta de qué lao salió la buena
La importancia está en los mangos, aunque salgan de lo peor,
Y aprendés al triste precio, de tu credo en esta feria
Que ni tiñe la vergüenza, ni la guita tiene honor.
Me enseñaron los “amigos”, que estás firme si hay rebusque
Aprendí de los extraños que hay que abrirse del favor,
Y la vez que por humano, le di cuarta a un gil cualunque
Me dejó en la puerca vía, sin confianza y sin colchón.
Los demás te van sacando, por la pinta, como al naipe
Y al marcarte, “gil en puerta”, pregonando fe y amor,
Te saquean hasta el alma y después te dan el raje
Pero nadie mira nunca, que tenés un corazón.
Guiyao: de bolsillos llenos.
Testo: Carlos Bahr (Carlos Andrés Bahr) Musica: Juan D´Arienzo e Fulvio Salamanca (Fulvio Werfil Salamanca) Registrato dall'orchestra di Juan D´Arienzo con la voce di Alberto Echagüe (1952).