Le hablé de amores con febril pasión
Y en los delirios de mi dicha, ansiar,
Abrí las puertas de mi corazón
Con la esperanza de poder triunfar.
Mas el cariño que no pasa de tus labios
Pone sombras y más sombras en los sueños de mi ser,
Y yo, con todo, perdoné ya los agravios
Esperando que algún día, sea mío tu querer.
No me quieres… No me quieres…
Nunca has querido como quiero,
Y hoy, con mi tango compañero
Mi corazón vuelve a implorar.
Es inútil… ¡No me quieres!…
Pero lo mismo no te olvido,
Y esperando sigo y sigo,
Con el alma hecha pedazos
Muriéndome de amor…
Tu amor es sueño y ternura ideal,
En él creía cual jamás creí,
Y pasa el tiempo con su ritmo igual
¡Sin que te acuerdes ni una vez de mí!
Mas no me rindo y esperando sigo, amada,
Y te nombro sin descanso, con profunda admiración,
Y a Dios le ruego que me acerque tu mirada
Para iluminar los sueños de mi pobre corazón.
Testo: Juan Miguel Velich Musica: Cayetano Ziccaro Registrato dall'orchestra di Osvaldo Pugliese con la voce di Jorge Maciel.