La vida es tan extraña y tan compleja
Ya ves, quién lo diría, que estás aquí,
Sin darme ni un reproche, sin lágrimas, sin quejas
Pagándome con besos, lo que te di.
Pudieran esos labios, gritar: ¡Canalla!
Bramar por tus angustias, quebrar mi voz,
Pero me quieres tanto que sigues junto a mí
Buscando con caricias, mi salvación.
Ya lo ves,
Vos sos la misma, todo es igual,
Te di mentiras a cambio de amor
Y la vida me dio mal por mal.
Me anduve arrastrando por tantos caminos
Mordiendo un recuerdo, soñando volver.
Ya lo ves,
Vuelvo a encontrar en mi amor de ayer
La pasión suave y serena,
Que en noches de ausencia
Con ansias busqué.
No quiero que en tus ojos se junten penas
Me duele que te quedes sufriendo aquí,
Ya sé tus sacrificios, ya sé que sos muy buena
Que no merezco nada, que hagas por mí.
Déjame que me muera si es mi castigo
Por todo el mal que un día le di a tu amor,
Ya ves que al fin de cuentas, mi vida fue peor
Que pago con angustias, mi desamor.
Testo: Luis Rubistein Musica: Juan D´Arienzo Registrato dall'orchestra di Juan D´Arienzo con la voce di Armando Laborde (1964). Registrato dall'orchestra Juan D'Arienzo con la voce di Hector Maure (1941) Registrato dall'orchestra di Rodolfo Biagi con la voce di Jorge Ortiz (1941).