Pa´ qué querés saber de mi querencia,
Pa´ qué dentrar al monte ande nació,
Si ha pasao la desgracia a toda rienda
Piantó con la alegría y la enlutó.
Y el jazmín que orillaba su ventana
Abrazándose al marco, se secó,
Si en ancas del invierno irás mañana
Pa´ qué quejarte, si estás como yo.
Pa´ qué, si ya hasta el sol pasa de largo
Y no hay flores que emponchen la pared,
Ni una moza que brinde un mate amargo
Ni un pájaro que cante… ¡Ya pa´ qué!.
Echao frente a la puerta, está mi perro
Que llora lo cristiano, porque ahí,
Anda un alma penando su destierro
Y viene a riclamarme el alma a mí.
Pa´ qué tendría fin, pa´ que el silencio
Te envolviera pa´ siempre el corazón,
Si yo, hecho al dolor, no me aquerencio
Cómo vas a aguantar el sacudón.
Así me contestó mi tata bueno
Lagrimeando pa´ dentro… yo ensillé,
Con la tarde, guardando mi pañuelo
Monté y le dije al pinto… ¡Ya pa´ qué!.
Testo: Atilio Supparo Musica: Rafael Iriarte (Rafael Yorio)