¡Ya lo ves!…
Yo soy el mismo de entonces,
No he cambiado por tu ausencia
Ni he pedido tu perdón.
Aquí estoy, sin un reproche,
Sin llorar noche tras noche
Como vos lo imaginaste.
¡Ya lo ves!…
A los hombres de mi talla,
El coraje no les falla
Aunque pierdan su querer.
¡Ya lo ves!…
Yo no niego que te quiero,
Pero soy un hombre entero
Como un hombre debe ser.
Hoy que has venido junto a mí
Revivo todo aquel ayer,
Y no lo puedo comprender, mujer,
Por qué, por qué te quiero tanto.
¡Cuántas veces te evoqué!
Y en el afán de alejarte,
He tenido que pelear, al corazón
Que aflojaba de dolor.
¡Ya lo ves!…
Me dejaste abandonado,
Olvidando ese cariño
Que era toda mi ilusión.
Y esperabas que yo fuera
A mirarte de rodillas,
A pedirte que volvieras.
¡Eso no!…
A los hombres de mi talla,
El coraje no les falla
Aunque pierdan su querer.
¡Ya lo ves!…
Yo no niego que te quiero,
Pero soy un hombre entero
Como un hombre debe ser.
Testo: Edmundo Rivero Musica: Víctor Felice Registrato dall'orchestra di Horacio Salgán con la voce de Roberto Goyeneche. Registrato da Edmundo Rivero con accompagnamento di chitarre.