Percanta, papusa, que llorás a solas
Si vendés caricias no es tuya la culpa,
Nosotros, los reos, vendemos los brazos
Y vos, no pudiendo, vendés tus ternuras.
No engarcen, pebeta, más perlas de llanto
Tus pestañas rubias, como hilos de luz,
Si más pecadora fue la Magdalena¡
Y por mansa y buena, se llegó a Jesús!
Yo sé tu historia, pebeta
Porque es una historia vulgar,
Una cabecita loca
Marcada por un gotán,
Y un hogar pobre y confiado
Donde no siempre hubo pan.
Después… la venta de un beso
Una copa de champán,
Y un llorar de arrepentida
Para volver a empezar,
¡Yo sé tu historia, pebeta,
la de todas, es igual!
No llores, entonces, si todos vendemos
Talento, carácter, amor y dignidad…
La vida es madrastra que a todos nos pega
Si la bola rueda, dejala rodar.
Pero sabé, al cabo, que si vender besos
Es malo y es bajo, es mucho peor,
Quien compra tu cuerpo y en él se embriaga
Porque no lo paga con oro de amor.
Coda:
¡Yo sé tu historia, pebeta,
la de todas, es igual!
Testo: Juan Bautista Abad Reyes Musica: Héctor Palacios (Héctor Eloy Eguía Palacios)