Yo te adoro, no sé cómo te adoro
Igual que adora a la madre todo ser,
Como avaro que esconde su tesoro
Yo te quisiera siempre así querer.
Yo quisiera escuchar a cada instante
Aquel milagro divino de tu voz,
Y morirme en tu pecho palpitante
Y morirme de amor, junto a tu amor…
Tú bien sabes que un abismo nos separa
Mas no importa, luchemos con valor,
Que la dicha – si es dicha – ha de ser cara
Nunca hay fuerza que venza un fiel amor.
Te bendigo, mujer, cuando me miras
Y en un vuelo me voy hasta el Edén,
A soñar, palomita, que me besas
Y creer que te beso yo también.
Tú me dices, seré tuya, yo lo creo
Y aún a costa del mundo te he de amar,
Yo te juro, ser tuyo, es mi deseo
Y que nadie nos separará.
Así unidas por siempre nuestras almas
Amor y dicha la vida nos dará,
Y un sendero de flores y de palmas
Nuevamente a tu paso encontrarás.
Testo e Musica: Carlos Gardel e José Razzano (Partitura del 1944)